ESPACIOS COMUNES en el escondite de TRIANA
Casa en la calle San Jacinto, 24. Sevilla. (1926)

Esta casa, como muchas de Sevilla y sus calles, tienen una historia. Ya sea, triste, alegre, maravillosa o melancólica… Y esta casa, este edificio no es menos y al ser «nuestra casa»… No podemos dejar de hacerlo.
Siempre se ha dicho que Sevilla es una ciudad y Triana otra. Hay quien lo reafirma y hay quien nunca lo comprenderá, pero si nos remitimos a las pruebas hay un azulejo en el monumento de los Alfareros que ya avisa que has cruzado la frontera. Reza:
«Mira si soy trianero, que estando en la calle Sierpes me considero extranjero»

Nuestro barrio es punto y aparte. Estamos situados en el número 24 de la Trianera calle de San Jacinto, donde se encuentra este edificio que fue levantado a finales de la década de 1920, una casa de estilo regionalista para Luis Mensaque, fechada en 1925 y obra de José Espiau y Muñoz, unos de los arquitectos sevillanos más importantes de la época. La casa es un tesoro y no solo cerámico, sino de un claro ejemplo de cómo era (y afortunadamente de cómo sigue siendo) una casa tradicional sevillana.
Nuestro Escondite, se encuentra en pleno centro del bullicioso barrio de Triana, en uno de los principales ejes de la cultura sevillana. Cuna de cantaores, bailaores, artistas y artesanos, Triana es un barrio de maestros alfareros.



La casa fue de uno de los más importantes Empresarios Alfareros, «Los Mensaque«. Trianeros que vivieron y murieron (literalmente en estas calles (esa es otra historia) y que su vida giraba en torno a su pasión y forma de vida. Esos maravillosos azulejos que fabricaban y que han sido la señal inequívoca de la cultura Trianera, han sido y serán un gran trabajo que aun ahora, después de casi 100 años sigue vigente y es una suerte que hayamos podido conservarlo tal y como se construyó.
La casa y lo que en ella hay es un tesoro. La familia Mensaque nos dejó en herencia un catálogo de azulejos irrepetibles y de belleza sin igual, su colorido y el modo en el que estaban colocados, podríamos imaginarnos la época de la casa en su esplendor y que después de décadas, hemos sabido recuperar y conservar para el disfrute de todos.
Nuestro Escondite de Triana, es un edificio con un patio central cubierto por una montera por donde el sol y la luz de Sevilla, ilumina cada rincón de esta casa. En ella, la entrada (Zaguán) está liderado en la parte superior por «Santa Elena» (en honor a la primera dueña, la esposa de Luis Mensaque). Acompañándola vemos ángeles y animales mitológicos que hacen de su entrada a un lugar especial.



El Patio de la casa está rematado con una sevillanísima montera. En un extremo, nos vigila con la mirada puesta en el suelo, el Señor de Sevilla.
Esta imagen es una copia de la imagen que hay en la Iglesia de San Lorenzo, la Basílica del Gran Poder. Jesús del Gran Poder es una imagen de Cristo, emblema de la Semana Santa Sevillana y de su sentir. Todo en él es humildad, compasión y perdón (y así lo representa). En nuestro patio nos recuerda, que cualquier persona puede alzar la mirada, sea de donde sea y sentirle.
Solo hay que mirar….
En los pasillos, escaleras, y azoteas… todo está recubierto de lienzos cerámicos de zócalo, todo un museo cerámico trianero repleto de color y luminosidad para alegrarnos la estancia y la vida.


La Montera y sus azulejos turquesas, sus flores y sencillez nos hacen sentir el calor de esta casa.
A primera vista pueden parecer extraños, raros… y quien no lo es. Por ello, son especiales… «una rareza especial y maravillosa«

En los azulejos del pasillos, hall y escalera hay plasmada las historia de todas las personas que han vivido en estos cimientos y han dejado su sentir, su vivir dentro de ella… y nosotros les rendimos homenaje a todos/as ellas porque sin su historia no podríamos ser nosotros, ni estar.

Así como el Rey «Al-Mu´tadid» se enamoró de una joven sevillana a la que llamo «Rumaykiya», podríamos quedar prendados de las estancias de esta casa, de todas y cada una de las 5 que hay… de los 5 Escondites dentro de este Escondite que nos recuerda, la herencia que Al Andalus nos dejó en Sevilla, estos maravillosos azulejos, estos colores que nos enamorarán como «Itimad» lo hizo de él (el rey) y él de ella.


Cuando las tradiciones, ya sean de esta ciudad o de cualquiera se siguen mezclando, solo pueden acontecer momentos extraordinarios… eso pasa con toda clase de mezclas. El espíritu de esta casa es ella, ella misma cargada de recuerdos y de momentos en este casi un siglo de vida… Será Astora, Elena o quizás Mercedes… Mujeres fuertes que vibraron con esta casa

Quizás también habita el espíritu de Don Quijote y Sancho en esta casa… Quizás sea el de Cervantes que si que vivió un tiempo en Sevilla hace siglos. No dejó frases sabias y certeras. Fueron sus pensamientos y ellos, desde este Escondite, Los Mensaque y ahora nosotros… os las susurraremos con el rumor de nuestra fuente de «Las Ranas».
«Sábete Sancho… que todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal y el bien sean durables, y de aqui se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien esta ya cerca» (Don Quijote 1ª parte – Capitulo XVIII)
Aquí tenemos una fuente que te hará soñar con su rumor, tenemos un banco para puedas reponer fuerzas y observar este cielo infinito que tiene Sevilla… Tendrás todo lo necesario para pasar unos días inolvidables en este Escondite de Triana, en la estancia «Mensaque»… que más se puede pedir ??
El rumor de esta fuente, nos acompaña en tardes de siesta y de noches estrelladas.




La estancia de la «Comisaria» en la década de los años 50/60 fue utilizada como la primera comisaria de Triana. Esta casa tiene tanta historia, tanto que guardar y que callar de aquellos años en los que la libertad era un privilegio. Esta casa es historia y ahora la historia debemos seguir contándola, tú, yo y todos los que quieran venir a disfrutar del Escondite de Triana.
Aquí todo es placentero, los amarillos, los turquesas, los lilas… Su fusión de color nos hace recordar una tarde de primavera ya tardía, cuando el sol estaba cayendo y el olor a hierva y jazmín nos hacían volar la imaginación… Puedes volar hasta aquí, hasta Sevilla… hasta esta casa que El Escondite de Triana, aquí nos encontrarás.



La Terraza desde donde podrás observar este cielo infinito de Sevilla. Mirar las azoteas, los pájaros que nos sobrevuelan. Sentir tantas y tantas historias que han pasado, que pasarán y que seguirán aquí, en nuestra casa, en nuestro Escondite, el lugar donde siempre deseamos volver….


"Sevilla... es como soñar con el cielo"
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